LA PLATA, 8 de marzo de 2000
DECRETO 177
ARTÍCULO 1º: Declárase “Mujer Destacada Platense” a la Sra. Marta Elena Weber, Licenciada en Trabajo Social, por su labor como Asistente Social del Hospital de Niños de La Plata, Sor María Ludovica.
ARTÍCULO 2º: Los fundamentos son parte integrante del presente.
ARTÍCULO 3º: De forma.
FUNDAMENTOS
A partir del año 2000, el Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata reconocerá anualmente a un grupo de mujeres platenses que se destaquen en diferentes actividades sociales, culturales, deportivas, etc. , en celebración del Día Internacional de la Mujer, tal cual lo establece la Ordenanza sancionada en el mes de febrero próximo pasado.
Por esto, con el presente Decreto, distinguimos a la Lic. Marta Elena Weber, Asistente Social del Hospital de Niños de la ciudad de La Plata, Sor María Ludovica, como “Mujer Destacada Platense” por su fecunda labor solidaria en el cuidado de pacientes y de familiares que concurren al nosocomio mencionado.
Marta es maestra, egresada de la Universidad de La Plata como Visitadora de Salud Pública y Licenciada en Trabajo Social de la Universidad del Centro de la ciudad de Tandil.
Se desempeñó como Asistente Social en la Dirección Provincial de Menores de la provincia de Buenos Aires, entre los años 1967 a 1976 y en la Dirección de Psicología y Asistencia Social Escolar de la Dirección General de Escuelas, entre los años 1972 y 1973.
Posteriormente y hasta 1991 fue Asistente Social en la Escuela Nº 17 de la localidad de Villa Elisa.
Desde 1976 desarrolla tareas en forma permanente en el Hospital de Niños de nuestra ciudad, donde ha realizado innumerables tareas como Asistente Social, entre ellas como Subrogante del Servicio Social y en el Servicio de Cirugía. Además, fue miembro del Comité de Oncología, Coordinadora de las actividades teórico prácticas en el aspecto social de alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata y de la Escuela Superior de Sanidad del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Realizó varios trabajos de investigación, participando y organizando numerosos cursos y jornadas relacionadas con su profesión.
Los amigos y compañeros de Marta, como gustan llamarla, acompañan esta designación con las siguientes palabras cargadas de elogios y de afecto “...más allá de merecidos títulos, ha estado desde hace ya muchos años y fundamentalmente esta, en nuestro presente, siempre dispuesta a tender sus generosas manos y a multiplicarse para que ninguno quede sin su presencia consoladora, ya sea en el Hospital de Niños o en las asociaciones de padres de niños con diversas patologías, de las que ha sido en la mayoría de los casos precursora de su creación y de su perdurabilidad o en el Consejo del Menor y la Familia, en el área de discapacidades.”
Agregan, además, “Marta Weber es un nombre emblemático en su profesión, querida y respetada por sus colegas en los diversos ámbitos en donde se desempeña. Se brinda sin importarle robar el tiempo al suyo propio, para dedicarlo sin límites y con tanto amor, serenidad y consuelo para todos aquellos que la necesiten, sin interesarle tampoco las distancias, el día y la hora en que presta su asistencia.”
Asimismo, quienes avalan esta designación como Asociación de Padres de Transplantados y Enfermos Renales, la Asociación de Padres de Niños Incontinentes, la Asociación de Padres de Pacientes Oncológicos, la Asociación Ciudades Hermanas Louisville, Kentucky, EEUU; y los jefes de la Sala 10 de Nefrología, Dr. Francisco Spizzirri y de la Unidad de Urología, Dr. Alfredo Bertolotti y los doctores Raúl Echeverri y Ángela del Carmen Suárez, continúan manifestando: “Marta en su permanente inquietud por aprender para dar más y mejor, ha visitado también otros países de Europa y los Estados Unidos, donde ha participado activamente en el intercambio de conocimiento y experiencias de su especialidad.”
Por último dicen: “Sin verbalizarlo egocéntricamente ni hacer ostentación alguna por su labor silenciosa en pos de una mejor calidad de vida para sus asistidos. Marta mejora esa calidad con sólo su presencia. Todo esto siendo a la vez una madre ejemplar que ha sabido transmitir a sus propios hijos biológicos, Alejandro y Juan Pablo, como a tanto otros que se sienten sus hijos en el afecto, su entrega permanente hacia el prójimo”.
